miércoles, 13 de marzo de 2013

El monstruo en sus últimos momentos


Der Untergang es una película alemana estrenada en 2004, conocida también en España como El hundimiento, La caída (Argentina, Colombia, Chile, México, Perú y Venezuela) o Downfall (título internacional en inglés). En la película vemos la caída de un régimen y la destrucción de una ciudad.
Estuve en Berlín en febrero de 2012. Paseando por el reconstruido Mitte, especialmente por la zona del Parlamento, por Leipzigstrasse, Unter der Linden o por Wilhemstrasse, ve venía a la cabeza imágenes de dos periodos históricos trascendentales para la ciudad y para el siglo XX: el Berlín ideado por el nazismo - y destruido en 1945- y la ciudad dividida por el Muro.  Es por ello que decidí que cuando regresara a casa dedicaría algo más de un par de horas a la lectura visual que supone Der Untergang.  
Está basada en la obra El hundimiento: Hitler y el final del Tercer Reich del historiador Joachim Fest y en Hasta el último momento: la secretaria de Hitler cuenta su vida, memorias escritas por Traudl Junge - a la que vemos al principio y al final de la película - junto a la periodista austríaca Melissa Müller. Estuvo nominada para el Oscar a la mejor película extranjera. 

El guión fue redactado por el también productor Bernd Eichinger; basándose en los citados libros "El hundimiento: Hitler y el final del Tercer Reich" de Joachim Fest; y en el libro "Hasta el último momento: La secretaria de Hitler cuenta su vida" de Traudl Junge y Melissa Müller. En la producción participan las productoras Constantin Films, Degeto Film, ORF, EOS Producion y Rai Cinema. Distribuida en España por DeAPlaneta. 
La película fue dirigida por Oliver Hirschbiegel. Se desarrolla casi en su totalidad en el búnker donde se refugiaron Adolf Hitler y sus allegados durante las últimas semanas de la Batalla de Berlín. La película de 150 minutos de duración es un drama, en el que participan Stephan Zacharias en la música, con la fotografía de Rainer Klausmann, y el montaje de Hans Funck. El diseño de producción fue de Bernd Lepel y el vestuario de Claudia Bobsin. 

En la película intervienen Bruno Ganz (Adolf Hitler), Alexandra Maria Lara (Traudl Junge), Corinna Harfouch (Magda Goebbels), Ulrich Matthes (Joseph Goebbels), Juliane Köhler (Eva Braun), Heino Ferch (Albert Speer), Christian Berkel (Schenck), Matthias Habich (Werner Haase), Thomas Kretschmann (Hermann Fegelein), Ulrich Noethen (Heinrich Himmler). Se estrenó en Alemania el 16 Sept. 2004 y en España el 18 Febrero 2005. 
La película se inicia con la entrevista a la secretaria personal de Hitler, Traudl Humps, sobre lo que supuso Adolf Hitler en su vida, especialmente en su juventud.

Tras ello empieza el filme cuando, en los cuarteles de Hitler en Prusia Oriental en las cercanías de Berlín, una noche varias mujeres procedentes de varias ciudades alemanas se presentan con el objetivo de que al menos una sería escogida como secretaria personal del Führer. Traudl Humps , una joven mecanógrafa muniquesa, Traudl Humps es la escogida. La narración se traslada al 56º cumpleaños de Hitler, el 20 de abril de 1945. 

Entre la ratonera de Hitler y el infierno exterior se encuentra el doctor Schenck. Este será el observador más objetivo de la batalla de Berlín. Lo encontremos en la destrucción documental, en el abandono de enfermos hospitalarios, en los hospitales de campaña sobrepasados de heridos, en el bunker, y en la huida final. Y a pesar de su valor y prestigio será llevado finalmente a un campo de concentración soviético.

Traudl Junge reside en el Führerbunker. A este lugar llegan los generales Wilhelm Burgdorf y Hans Krebs que le indican que los soviéticos están a sólo 12 kilómetros del centro de la ciudad. En Hitler son visibles sus temblores y su mal humor. En esos momentos Hitler se aferra al poder hasta el último momento, como esperando algún ejército invisible que lo salve a él y a Berlín del ataque soviético.
Estamos a mediados de Abril de 1945, y este III Reich de Hitler, que debía durar 1000 años, estaba reducido a un territorio de un poco más de 150 km de ancho. Los rusos se encontraban a las puertas de Berlín.
Al bunker se acerca Eva Braun que pasará con Hitler sus últimos días en Berlín y contra la voluntad del Führer. Ella decidió que permanecería en ella y correría la misma suerte de Hitler.
Hitler que va a cumplir los 56 años. Estaba más viejo y más encorvado que nunca y arrastraba los pies. Tenía la piel tan pálida como de costumbre y pronunciadas bolsas debajo de los ojos. Hablaba con claridad, pero en voz muy baja...Parecía lejano y agotado. Ya no era sólo su mano izquierda, sino todo el lado izquierdo del cuerpo lo que le temblaba. Caminaba con torpeza y estaba cada vez más cargado de espaldas. Sus ademanes eran lentos y como a tirones. Cuando quería sentarse, había que arrimarle una silla y empujar por detrás". Goebbels había insistido en que Hitler debía quedarse en Berlín, no importándole con ello que los 2 millones de civiles en la misma se convirtieran en objetivo militar y declarando "Si llega a izarse una sola bandera blanca en Berlín, no vacilare en hacer saltar por los aires todas las casas de la calle donde aparezca así como a todos sus habitantes. Hitler me ha autorizado a hacerlo".

Molesto con su pueblo por, según el, no merecer la victoria de la gran guerra que provocó, se casó y se mató en medio del ruido de las bombas que cada vez estaban mas cerca de su bunker. "Si la nación alemana pierde esta guerra, demostrará que es indigna de mi", afirma en un momento de la película.
A pesar de estas declaraciones, parece ser que estaba en curso los preparativos para el traslado del Gobierno al Alpenfestrung , donde se supondría que el Führer opondría la ultima resistencia. Algunos Ministerios y puestos de mando ya habían sido trasladados a aquella zona y se esperaba que Hitler lo hiciera a la mayor brevedad pues el pasillo abierto entre el avance de los ejércitos americano y ruso se cerraba cada vez más. El plan original preveía que esto se llevaría a cabo el 20 de Abril día del cumpleaños del Führer, pero aun ese día no se había resuelto nada.
Desde el día 18 podía seguirse con toda nitidez la lenta progresión soviética por los estampidos de la artillería. El 19 ya cayeron algunos proyectiles dentro del casco urbano y el día 20 hubo dos momentos de intenso cañoneo.
Poco a poco vamos conociendo el bunker. La planta inferior constituía el Fuhrerbunker , dividido en 18 pequeñas habitaciones a ambos lados de un corredor central, la mitad de este corredor estaba cerrado por un tabique y se utilizaba para las reuniones diarias. Un departamento con seis habitaciones estaba reservado para Hitler y Eva Braun, Hitler disponía de una alcoba y un estudio, donde el único elemento decorativo era un cuadro de Federico el Grande, cuadro al que mira el Führer en sus últimos momentos. El refugio antiaéreo de la Cancilleria donde Hitler permanecería sus últimos días estaba a unos 15 metros bajo tierra, subdividido en dos plantas recubierto por una sólida bóveda de cemento armado.
Hacia ya algún tiempo que Hitler se había retirado a vivir en el refugio, se dice que en el ultimo mes de su vida, apenas lograba conciliar el suelo entre las 8 y las 11 de la mañana y ni siquiera todos los días. En cuanto empezaban las incursiones aéreas a media mañana se levantaba y se vestía, pues lo aterrorizaba que lo sorprendieran en el lecho sin uniforme.
Ese día en la reunión de Goering, Himmler, Goebbels, Ribbentrop, Bormann, Speer y los jefes de los tres servicios, le insistieron en la salida de Berlín, pero Hitler solo determinó la constitución de dos mandos, uno septentrional bajo Doenitz y otro meridional en el caso de que Alemania quedara partida en dos, que estaría bajo Kesselring y que pasaría a manos del Führer si decidía su traslado al sur.

En la recepción de su cumpleaños decide permanecer en Berlín y rechaza una solución diplomática. Los oficiales de Hitler están de acuerdo en que el Führer ha perdido su sentido de la realidad. Más tarde, Hitler habla de su política de tierra quemada (destruir todo antes de la llegada de los Aliados) con Albert Speer. Éste le ruega misericordia para el pueblo alemán, a lo que Hitler responde que si no sobreviven a esta prueba, son demasiado débiles y deben ser exterminados. Mientras ambos contempla el plano de Germania, la que iba a ser capital del Tercer Reich en el plano preparado por su arquitecto Speer.
Lo que ocurría en el búnker era un mero reflejo de lo que estaba sucediendo en la ciudad. Hitler autorizó la inmediata salida de Berlín de los archivos de la Wehrmacht y dividió el mando de ésta: Dönitz lo ostentaría en el norte y Kesselring en el sur.
Los habitantes de Berlín, que, o no creyeron que la avalancha soviética pudiera destrozar sus defensas, o que esperaron que la capital fuera declarada ciudad abierta, habían emigrado en escaso número, pero a partir del día 18 los trenes partían abarrotados y las carreteras estaban embotelladas. El día 20 se calcula que salieron de Berlín más de 200.000 personas.
Göring, que había cargado las inmensas propiedades que había logrado rapiñar durante la guerra en un convoy, pidió permiso tras el cumpleaños del Fürher para trasladarse hacia el sur, a Berchtesgaden. Hitler lo concedió triste y fríamente.
Ese día tras el cumpleaños también salieron de Berlín, Himmler y Speer, que luego regresaría por unas horas, y la mayoría de los jerarcas del partido y el gobierno, quedándose Bormann, Goebbels y los militares del cuartel general.
Más tarde, Eva Braum celebra una fiesta para el búnker, pero los bombardeos la interrumpen y finaliza la fiesta antes de tiempo.
Por otro lado, Heinrich Himmler planea reunirse con el General Eisenhower para negociar la paz a espaldas de Hitler, y su asistente Hermann Fegelein le advierte que sus acciones constituyen alta traición.
En Berlín la situación es alarmante; el pueblo alemán intenta refugiarse en los escombros de los bombardeos soviéticos y destaca un soldado niño, miembro de las juventudes Hitlerianas, llamado Peter Granz y que defiende la ciudad con un antiaéreo con otros chicos y una chica. Su padre, herido de guerra, se opone a sus acciones y Peter huye.
Esta vez, con Berlín en ruinas, con la artillería pesada soviética disparando sobre la capital del Reich, Hitler permaneció sólo un rato en el destartalado jardín de la Cancillería, lleno de cráteres, de restos destrozados, de vainas de proyectiles antiaéreos.

Allí le esperaban una representación de las Juventudes Hitlerianas. Un centenar de muchachos de poco más de 14 años que se habían distinguido en los combates del Oder, que con sus panzerfaust habían hecho estragos en las fuerzas blindadas soviéticas. Hitler, que no podía andar treinta pasos seguidos, hizo un simulacro de pase de revista.

Luego, con la voz muy apagada, dijo algunas palabras de felicitación y estrechó algunas manos, o, tal era la juventud de algunos de aquellos voluntarios, repartió algunas caricias. Más tarde Peter es condecorado junto con otros niños y jóvenes por el Führer al saber de su valentía de su acción y quedará testimonio de ello en la última fotografía conservada de Hitler.
Pronto regresó al bunker. Allí tuvo la última gran reunión para estudiar la situación. Junto a él estaban Keitel, Jodl, Krebs, Göring, Himmler, Goebbels, Speer, Bormann, Saur, Ley, Ribbentrop, Dönitz, Burgdorf (su principal ayudante para temas militares), Koller.

Keitel manifestó que, dado el cariz que tomaba la situación, probablemente estaría cortada en pocas horas la última gran carretera que marchaba hacia el sur. Era el momento de que Hitler abandonara Berlín y se dirigiera hacia su refugio alpino, en torno al cual se concentrarían los ejércitos de Schoerner, Wenck, Kesselring... Hitler no dejó argumentar mucho más a Keitel: "Sé lo que quiero. Lucharé delante de Berlín, lucharé en Berlín, lucharé detrás de Berlín."

En el búnker, Hitler, junto con Joseph Goebbels, analiza la situación con los generales intentando mover las pocas divisiones militares que poseían; los generales se oponen, viendo que las maniobras planeadas por el Führer son prácticamente imposibles.
Mientras tanto, Traudl cree que el general Félix Steiner viene a salvarlos. Sin embargo, Steiner no puede movilizar suficientes hombres. Al saber esto, Hitler destituye a todos, excepto a los cuatro generales de más alto rango. Él reprende furiosamente a sus colaboradores y afirma que prefiere el suicidio antes que entregarse.

Esa noche salieron de Berlín un centenar de jerarcas nazis. En un avión, rumbo al sur, iban Saur, los taquígrafos de Hitler, el embajador Hewel; el ayudante naval del Führer, Puttkamer, ocho miembros más del personal de la Cancillería con sus familias... Había pasado ya los días, simplemente una semana atrás, en que salir de Berlín era considerado derrotismo y delito como le ocurrió al Doctor Brandt, anterior cirujano de Hitler, que le condenó a muerte porque se enteró de que había mandado a su familia fuera de la ciudad.

Evidentemente era el final. También salen Himmler y Göring. Éste último, que había cargado las inmensas propiedades que había logrado rapiñar durante la guerra en un convoy, pidió permiso para trasladarse hacia el sur, a Berchtesgaden. Hitler lo concedió triste y fríamente.
Más tarde, Hitler, Eva, Gerda y Traudl discuten diversos medios de suicidio. Hitler se propone dispararse a través de la boca. Eva menciona tomar cianuro. Hitler da a Gerda y Traudl una cápsula de cianuro a cada una. Eva Braun escribe una carta de adiós a su hermana, y Magda Goebbels a su hijo Harald Quandt.

El General Keitel ordena buscar a Karl Dönitz, a quien Hitler cree que es capaz de reunir las tropas en el norte, y ayudarle a planear una ofensiva para recuperar los campos petrolíferos rumanos.
Rochus Misch, el operador de radio oficial de Hitler, recibe un telegrama de Hermann Göring, jefe de la Luftwaffe. Bormann entrega a Hitler el telegrama de Göring. Al salir hacia el sur, Goering dejo en Berlin al general Koeller como su representante, Koeller se presento en el Obersalzberg el 23 de Abril para informar de las últimas decisiones tomadas en el bunker. Considerando que Hitler había decidido renunciar a la dirección de la guerra y que por lo tanto había pasado a ser el sucesor del Führer, cargo al cual había sido nombrado en Julio de 1941, decidió enviar un mensaje el 23 en la noche que decía: "Considerando su decisión de mantenerse en su puesto en la fortaleza de Berlín ¿esta de acuerdo en que yo tome por completo e inmediatamente a mi cargo la dirección del Reich, con plena libertad de acción para los asuntos interiores y exteriores y como delegado suyo de acuerdo con los términos del decreto del 29 de Junio de 1941? Si no recibo ninguna respuesta antes de las 10 de esta noche, llegare a la conclusión de que ha perdido usted su libertad de acción y que por lo tanto entran en vigor las disposiciones tomadas en aquella fecha, por lo que actuare del modo mas conforme con los intereses de nuestro país y de nuestro pueblo. Usted conoce bien mis sentimientos hacia su persona en esta hora que es la más crítica de mi vida. No encuentro palabras conque expresarme. Que Dios le proteja y le permita reunirse con nosotros cuanto antes. Su fiel Hermann Goering." Cuando el mensaje llego al bunker, Bormann enemigo declarado de Goering lo acuso ante el Fuhrer de alta traición y al final este admitió que fuera arrestado y relevado de todos sus cargos, incluido el de sucesor suyo. El día 24 llamo urgentemente al capitan general Ritter von Greim para que se trasladara de Munich a Berlín en avión, para ello Greim debió volar casi a ras de los árboles en compañía de Hanna Reistch, joven piloto de la Luftwaffe, solo para que el Führer lo comunicara su ascenso a comandante de la Luftwaffe en reemplazo de Goering. Hitler ordena la detención de Göring y su separación del cargo.
Más tarde, tras una cena con Goebbels, sus secretarias y miembros de la Luftwaffe, se enteran de que Himmler se ha estado reuniendo con los altos mandos del Ejército Estadounidense y pide también su ejecución y su separación del cargo. Es la noche del 26 de Abril, y la Cancillería empezó a temblar bajo el fuego de la artillería soviética, la resistencia ya no podía prolongarse mas con los rusos a menos de un kilómetro de la misma, entonces en la noche del 28 al 29 de Abril recibió un mensaje que le fue entregado por Heinz Lorenz, funcionario del Ministerio de Propaganda, en el cual según un informe de la agencia de noticias Reuter, Himmler había estado en contacto con el conde sueco Bernardotte para concertar los términos de una paz negociada. La noche del 23 al 24 de Abril, Himmler habia acompañado al general de las Waffen SS, Walter Schellenberg a Lubeck, donde se habian encontrado con el conde Bernardotte en la sede de la embajada sueca, donde admitió "es muy probable que Hitler este muerto - y si no es así, probablemente lo este en pocos días. Admito que Alemania esta derrotada. A fin de poder salvar de la invasión soviética la mayor parte del territorio alemán, estoy dispuesto a rendirme al frente occidental para permitir que los Aliados avancen lo mas rápido posible hacia el Este. Pero no estoy, en modo alguno, dispuesto a rendirme al frente oriental". El 27 de Abril, Bernardotte volvió a Suecia con la noticia de que los Aliados se negaban a pactar un paz por separado y que insistían en una rendición incondicional. El 28 se difundió la noticia por radio y la misma descompuso a Hitler. La decisión de un suicidio en masa ya se había tomado en la reunión del 27 de Abril; recibida la noticia de la traición de Himmler, Hitler se retiro con Goebbels y Bormann, los únicos en quienes todavía confiaba.
Por igual pide que Fegelein representante de Himmler fue arrestado y que sea traído al búnker para ser interrogado. Eva intenta disuadir a Hitler pues Fegelein está casado con su hermana, Gretl, sin embargo, pero Hitler sigue firme en pedir las cabezas de Himmler y Fegelein. Fegelein es encontrado en un prostíbulo fue conducido al patio de la Cancilleria y es ejecutado, acusado de alta traición. Hitler ordeno a Geim y Hanna Reitc encontrar a Himmler y detenerlo.
Weidling informa que los rusos han roto las comunicaciones a través de todo el mundo. No hay reservas y el apoyo aéreo los ha abandonado. Mohnke dice que el Ejército Rojo está ahora a 300 ó 400 metros de la Cancillería y que pueden resistir un día o dos como máximo. Antes de salir, Hitler tranquiliza a los funcionarios argumentando que el General Walther Wenck salvará a todos.
El 22 de abril finalmente Hitler toma la decisión de quedarse en Berlín ante el fallo de un ataque general ordenado para el día anterior, el cual se llevaría a cabo bajo las ordenes del SS Obergruppenfuhrer Steiner con tropas tomadas de diferentes posiciones y cuya ejecución permitió que los rusos penetraran en las defensas exteriores de la ciudad en el sector septentrional. De acuerdo con la decisión tomada, dicto una nota que debía transmitirse por la radio, en la que se comunicaba que el Führer estaba en Berlín y permanecería en la capital del III Reich hasta el final.
La tarde del 22 de abril, cuando Jodl y Keitel estaban a punto de marcharse, Hitler, que había recobrado el dominio de sus nervios, hablo con mas calma a Keitel de la posibilidad de trasladar el 12º Ejercito que en aquellos momentos combatía en el Elba, para ayudar a Berlín, pero su decisión de permanecer en la capital continuaba, en consecuencia, auxiliado por uno de sus ayudantes empezó a quemar documentos.
Entre el 22 y 24 de abril, varios personajes del séquito de Hitler - incluidos Goering, Schaub y Morel - partieron hacia el sur. Tras una enorme discusión con los altos mandos de la Luftwaffe y la Wehrmacht, Hitler asimila que el fin es inminente y toma la decisión de suicidarse antes de ser capturado por las tropas rusas.
Magda Goebbels trae a sus hijos al búnker para acompañar tanto a sus padres como al Führer. Speer que acaba de llegar se horroriza al verla a ella con sus niño /as.

La señora de Goebbels que había insistido en permanecer con su marido ocupaba cuatro habitaciones en el piso superior junto con sus cinco hijos, donde también se hallaban las cocinas, habitaciones de servicio y el comedor. Speer se  entrevista igualmente con Eva Braun que le dice que él no le abandonaría como han realizado los otros.

Hitler se reúne más tarde con Speer y acepta su decisión de huir. Speer, le reconoce que no sólo ha incumplido su orden de tierra quemada, sino que incluso ha conspirado contra él. El arquitecto de Hitler boicoteó aquellas medidas, razonaba que con la guerra perdida, semejante destrucción causaría mayor quebranto al pueblo alemán que la propia guerra y la derrota. Contra quienes le objetaban que dejar tales instalaciones intactas era colaborar con el enemigo, el ministro argüía que podían hacerse destrucciones parciales, inutilizaciones temporales; incluso, que dada la celeridad con que se aproximaba el final, muchas instalaciones carecían de utilidad alguna para los vencedores, como las minas de carbón o hierro, por ejemplo. Incluso, aunque les fueran útiles, su destrucción no hubiera significado el entorpecimiento de sus operaciones, dada la acumulación de todo tipo de materiales que habían dispuesto los aliados. Tal era el caso de las fábricas de tejidos, de papel, de conservas, de cerámica, etc. Ante las argumentaciones de Speer de que aquellas destrucciones condenarían a los alemanes al hambre, el atraso y la miseria durante docenas de años, Hitler respondía: "la nación ha demostrado ser débil y el futuro pertenece únicamente a la nación oriental más fuerte. Los que quedan después del combate valen poco, porque los buenos ya han caido." Antes de salir se entrevista con la mujer de Goebbels y le pide que abandone el bunker sobre todo por los niños. Magda convencida de la superioridad nazi no concibe un mundo sin Hitler. No acepta.
El día de la boda de Hitler, Traudl toma al dictado el testamento del Führer. En las primeras horas del 29 de Abril, Hitler dicto a su secretaria frau Hunge en donde deja pautada su voluntad y testamento político: "Mas de treinta años han pasado desde que en 1914 intervine como voluntario en la primera Guerra Mundial, un conflicto que se le impuso al Reich. En estos tres decenios mi conducta ha sido guiada, únicamente por el amor y la fidelidad hacia mi pueblo .... No es verdad que yo, ni nadie en Alemania, haya querido la guerra de 1939. Esta fue deseada y promovida, exclusivamente, por aquellos estadistas internacionales que eran de origen judío o defendían los intereses judíos. Muchas veces propuse llegar al control y limitación de los armamentos y la posteridad no podrá ignorar mis esfuerzos en tal sentido. Por otra parte, nunca quise que después del desastroso fin de la primera Guerra Mundial, el segundo conflicto tuviese que oponer a Alemania a Gran Bretaña o a América. Pasaran los siglos, y de las ruinas de nuestras ciudades y de nuestros monumentos nacerá y crecerá el odio contra aquellos que en ultima instancia, son los responsables de todo: el sionismo internacional y todos cuantos lo ayudaron ... Muero feliz en cuanto soy consciente de la grandeza de todo lo que nuestros soldados han hecho en los frentes. Desde lo mas profundo de mi corazón expreso a todos vosotros mi agradecimiento, y es obvio mi deseo deque, precisamente por este motivo, por ninguna razón suspendáis la lucha, sino que por el contrario, continúen combatiendo contra los enemigos de la Madre Patria."
El testamento fue firmado a las 4 de la madrugada del dia sabado 29 de Abril, siendo testigos Goebbels y Bormann por el Partido y Burgdorff y Krebs por el Ejercito, inmediatamente Hitler firmo con sus testigos, añadió su firma el Coronel von Below, ayudante de Hitler para la Luftwaffe. Hitler ha ordenado salir de Berlín a Goebbels, pero éste no hace caso de esa orden. Más tarde trae una respuesta del General Keitel, informando que los principales ejércitos están cercados o no pueden continuar su asalto. Hitler afirma que nunca se entregará. Asimismo, prohíbe la rendición a todos los demás.

Finalmente, el 29 de Abril entre la una y las tres de la mañana, Hitler contrajo matrimonio con Eva Braun, el único ser humano que le había permanecido fiel, se celebro por el rito civil, con la presencia de Goebbels y Bormann, Walter Wagner oficio la ceremonia. Éste le pidió – después se retractó el documento de identificación y preguntó, en cumplimiento de la ley, si tenían antepasados judíos. Allí Eva Braun que al principio firmo con su nombre de soltero, lo borro y escribió: Eva Hitler nacida Braun.

Günsche (escolta personal de Hitler) hace los preparativos para la cremación. Eva Braun tiene su última conversación con Traudl. Le regala a ésta uno de sus mejores abrigos y le aconseja escapar. En la ultima semana de su vida, el Fuhrer compartió el refugio con Eva Braun, la familia Goebbels, cuyos hijos le cantarán al líder nazi "Kein schöner Land in dieser Zeit", su medico personal Stumpfegger, el camarero Heinz Linge, el ayudante de campo de las SS Gunsche, las dos ultimas secretarias Frau Christian y Frau Junge, la cocinera vegetariana Fraulien Manzialy y el ayudante de campo de Goebbels.
En la madrugada del día 30 de Abril hizo matar a su perra alsaciana Blondi y reunió a sus colaboradores en el corredor, en el curso de dicha reunión se le informo que los rusos ocupaban el Jardín Zoológico y llegaban a la Postdamerplatz, tan solo a una o dos manzanas de la cancilleria.
A primera hora de la tarde, el chofer Erich Kempka, recibió la orden de enviar al jardín de la Cancilleria doscientos litros de gasolina, que fueron recibidos por el ayudante personal de Hitler, Heinz Linge. Mientras tanto una vez terminado el almuerzo, Hitler tiene lugar su última comida en silencio con Constanze Manziarly y las secretarias. Él se despide de ellos en su búnker personal, otorgando a Magda Goebbels su insignia de Oro Parte (marca original de los miembros del NSDAP) y se retira a su habitación con Eva Braun.
Por segunda vez se despidieron de los Goebbels, de Bormann y de todos los que aun permanecían en el bunker. Después Hitler entró con Eva Braun en su departamento privado y cerro la puerta. A pesar de las súplicas por parte de Frau Goebbels. Durante unos minutos, cuantos se hallaban en el corredor permanecieron expectantes. Luego oyeron un disparo. Unos instantes después los componentes del pequeño grupo abrieron la puerta. Hitler yacía sobre el diván en un charco de sangre: se había disparado el revolver en la boca. A su derecha estaba el cuerpo de Eva Braun: ella había ingerido el veneno. Eran las 15:30 del lunes 30 de Abril de 1945; Hitler había cumplido, diez días antes, cincuenta y seis años. La pareja se ha suicidado y los cuerpos son quemados fuera del búnker.

Tras ello y ya de noche, Magda Goebbels mata a sus hijos metiéndoles cianuro en la boca después de haberlos sedado. Joseph Goebbels, tras haber dictado su testamento también a Frau Junge, mata a su mujer y se suicida. Ambos también son incinerados.

Al rato un grupo de mujeres rusas pertenecientes al ejército rojo entra en el bunker, allí , según la película, solo queda un mecánico pendiente de unas instalaciones en la que los cadáveres del dictador se acumulan.

La mayoría de los sobrevivientes del búnker intentan escapar entre el caos de una ciudad que está siendo tomada casa por casa y donde los nazis resisten empleado como sacos a personas (niños, ancianos o  soldados heridos), pero mueren o caen prisioneros a manos de soldados de infantería del Ejército Rojo como le ocurre al doctor Schencko, otros los más vinculados al régimen como el diplomático o los jóvenes  nazis se suicidan.



Traudl hace su camino a través de las líneas rusas, siendo después tomada de la mano por el joven soldado Peter, quien sobrevivió a los bombardeos. Encuentran una bicicleta desvencijada y con ella marchan a Munich.
Es precisamente Traudl y Peter los que ponen el punto y casi final. El punto y final realmente es el fin de la entrevista con la secretaria Traudl y lo que le ocurrió a los principales protagonistas de la película.
Cuando el escritor y productor Bernd Eichinger leyó el libro Der Untergang (El hundimiento: Hitler y el final del Tercer Reich), del historiador Joachim Fest, supo que había dado con el elemento dramático necesario para la película que llevaba décadas soñando con hacer y que nunca había podido debido a su alcance.

El libro de Fest se centra en los últimos días del Reich, y Eichinger se dio cuenta de que la horrible epopeya de Hitler y de su pueblo durante los últimos doce años en el poder se reflejaba en aquellos últimos doce días en el búnker. Por la época en que leyó el de Fest, Eichinger leyó también otro libro muy importante, las memorias de Traudl Junge, la secretaria personal de Hitler, titulado Hasta el último momento: la secretaria de Hitler cuenta su vida. «Fest me aportó el marco temporal, y Traudl Junge el personaje que lo aglutinaría todo», explica el productor. El hundimiento es la primera película alemana que trata abiertamente el tema de Hitler desde Der Letzte Akt (1956), de G. W. Pabst, narrada desde el punto de vista de un simple soldado alemán interpretado por Oskar Werner. Fue todo un reto para el director, Oliver Hirschbiegel.
El actor Bruno Ganz fue la primera opción del director para interpretar el personaje de Hitler. Hirschbiegel le envió el guión junto con un ejemplar del libro de Joachim Fest. Ganz vio la película de Pabst, en la que el actor de teatro Albin Skoda interpreta a Hitler. Esta película le convenció de que era posible interpretar al dictador. Eichinger recuerda que, durante las pruebas de pantalla en Munich, «Bruno estaba un poco preocupado, y le sugerí que probara a hacerlo caracterizado. Y funcionó enseguida. Cuando la sesión de maquillaje terminó, Bruno salió con el traje y el efecto fue tan impresionante que todo el equipo se quedó en silencio. El acento fue la parte fácil.
Para Alexandra Maria Lara, que interpreta a Traudl Junge, la secretaria personal de Hitler, la actriz se empapó su libro Hasta el último momento, y en el mismo Traudl Junge dejó claro que la juventud no era una excusa, y que si en aquel momento no sabía nada de la exterminación de los judíos fue porque no quiso. No intentó eludir la culpa y, después de la guerra, nunca se sintió inocente. ».
A Thomas Kretschmann, que interpreta a Fegelein, el oficial de las SS, el proyecto le pareció demasiado interesante. Ya había interpretado a un oficial nazi en El Pianista, de Roman Polanski.
Christian Berkel, que interpreta al doctor Schenck declaró que “. Mi padre era médico militar y fue capturado por los rusos, igual que Schenck. La familia de mi madre era judía, y todos, excepto mi abuela y dos primos, fueron asesinados durante el Holocausto. Para mí significó mucho participar en esta película». El papel del ministro de Propaganda de Hitler, Josef Goebbels, fue un encargo difícil para el actor Ulrich Matthes. Y que decir del trabajo de Corinna Harfouch representando a la criminal Magda Goebbels.
Se construyó una réplica completa del propio búnker en un estudio de sonido de Bavaria Studios, cerca de Munich. Aquel mismo estudio había acogido el rodaje de otra película pionera sobre la Segunda Guerra Mundial, Das Boot (El submarino) de Wolfgang Petersen. El búnker era un escenario de cuatro paredes. Los actores y el equipo de rodaje pasaron semanas en el interior de este claustrofóbico búnker, decorado con asombrosa fidelidad.
Según Bernd Lepel, el director artístico, «no había margen para la fantasía, para la interpretación libre. Nuestra apuesta fue por la autenticidad y logramos el efecto deseado. El escenario del búnker era realmente claustrofóbico. Se construyó de forma que la cámara no tenía por dónde moverse, siempre estaba en medio. Normalmente se llevaba en mano. Sólo empleábamos luz natural, ya que teníamos un techo fijo, sin grandes instalaciones eléctricas por arriba. Queríamos que el público percibiese la fétida claustrofobia del búnker».
Hubo escenas no históricas. Por ejemplo, la fiesta de 56 cumpleaños no existió. Otras veces se agolparon ante la Cancillería las brillantes comitivas de jerifaltes del partido, gobernadores, ministros, militares, representantes extranjeros. En otros cumpleaños hubo fastos populares, recepciones, banquetes y discursos.
En las tomas exteriores se aplicaron los mismos principios para la iluminación. En palabras del director Hirschbiegel, «La noche tenía que ser noche de verdad, y ahí estaba el mayor problema. En el Berlín de 1945 no quedaba ninguna farola que funcionara. No había otra cosa que la luz del fuego, los fogonazos de los cañones y la luz de la luna. Como fuente de luz empleamos un globo que nos servía de luz natural. Por suerte, el nuevo material de Kodak de alta velocidad es extremadamente sensible».
Para las escenas exteriores, los cineastas tuvieron que encontrar lugares de rodaje que recordaran al Berlín de abril de 1945. «Fuimos a varios sitios, como Bulgaria, la República Checa y Rumania —afirma Eichinger—, pero en San Petersburgo encontramos las calles perfectas. Es increíble lo que se parece a Berlín en la guerra. Allí trabajaron muchos arquitectos alemanes, y eso se nota enseguida». Eichinger recuerda cómo fue trabajar en Rusia: «Rodar en San Petersburgo fue toda una aventura. Trabajar en las localizaciones siempre es una aventura. Pero esta vez la dinámica fue más emocionante, debido a la horrible destrucción que esta ciudad sufrió a manos de los nazis.» El director describe así el verse ante 700 extras rusos vestidos con uniformes nazis en las calles de San Petersburgo para recrear no sólo la caída de Berlín, sino la de un régimen y su monstruosidad.
Para finalizar, indicar que existe una miniserie que trata sobre este mismo acontecimiento. Se trata de la miniserie titulada "El bunker" y protagonizada por Anthony Hopkins que interpreta al monstruo en sus últimos momentos. Esté título complementa magníficamente esta película al igual que lo hace un documental que emitieron hace años en La 2 titulado la "Batalla de Berlín"  que recrea los últimos momentos de la capital alemana.
Imágenes de la película  "El hundimiento" - Copyright © 2004 Constantin Films, Degeto Film, ORF, EOS Producion y Rai Cinema. Distribuida en España por DeAPlaneta. Todos los derechos reservados para estas empresas.. 

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