viernes, 20 de julio de 2012

Trama en familia

Yo pensaba que había visto desde hace muchos años la totalidad o la inmensa mayoría de la filmografía de un grande entre los grandes como es Alfred Hitchkock. Nada más lejos de la realidad, al menos, me faltaba alguna y era esta última. 

Supongo que la consideraba obra menor por ser de sus años finales. Craso error. La Trama es una gran película de los setenta, de los noventa o de hoy. La firma del maestro está en la narración, en la historia, en la comicidad o en la intriga. La Trama, es la última película, el film nº 53 de Alfred Hitchcock. Un nombre original es Family Plot, que vendría a significar algo así como la trama familiar.

Conocida en la México como Trama macabra, La cinta fue presentada fuera de competición en el Festival de Cannes de 1976. La duración es de 120 minutos. Es de ese mismo 1976. Como en todas las películas de este genio Hitchcock aparece como una oronda silueta en la oficina del registro civil al que se dirige Bruce Dern para sacar información. 

Con respecto a ello comentar que Guillermo Cabrera Infante en su libro "Cine o Sardina" afirma que esta fue la "última aparición de Hitch, como tenía que ser, en su última película, Familiy Plot, uno de sus mejores títulos, pues se lee como ardid familiar o como tumba de la familia". 

Aquí Hitch aparece como una sombra detrás de una puerta cerrada: se le ve tras un cristal traslúcido. Un letrero en la puerta dice "Registro de Nacimientos y Defunciones". Vanidoso y veraz; al explicar por qué introducía ahora su instantánea casi al comienzo de cada film, dijo : "No vaya a ser que el público por esperar mi visita no preste atención a la vista". 

El rodaje empezó bastante más tarde de lo previsto -con dos meses de retraso- y se alargó durante casi cinco meses (de marzo a julio de 1975). La salud de Hitchcock empezaba a flaquear. Para el papel que interpretó William Devane, Hitchcock había elegido a Roy Thinnes, pero descontento de su trabajo, lo despidió a los dos días de su rodaje. Para el rol de Blanche Tyler, Hitchcock tuvo en mente que la interpretara Liza Minnelli. 

El guión es de Ernest Lehman que se basa en una desconocida novela de Victor Canning de 1972 ‘The Rainbird Pattern’, un especialista en los musicales (‘El Rey y Yo’, ‘Sonrisas y Lágrimas’, ‘West Side Story’ o ‘Hello Dolly’) y que trabajó anteriormente en la aclamada ("Con la muerte en los talones", 1959). En este caso tanto el guionista como el director lo bordan con una descripción de personajes magnífica, en cuatro trazos sabemos quiénes son y cómo se comportaran. Lehman quería darle un tono dramático y oscuro, pero Alfred decidió acentuar un desarrollo ligero y falto de pretensiones. La fotografía fue trabajo de Leonard South en un preciso Technicolor. La música la compuso John Williams, mientras que la productora fue la Universal Pictures 

La interpretación fue obra de Karen Black, Bruce Dern, Barbara Harris, Willian Devane, Cathleen Nesbitt y Katherine Helmond. 

El film se inicia con una bola de adivinación verde y sobre ella se rotula el título del film. Es la misma figura geométrica que pondrá fin a la misma, en este último fotograma en forma de diamante. El argumento parte de que una aparente timadora-médium y espirista, Blanche Tyler (una lindísima Barbara Harris), embauca a una anciana, Julia Rainbird (Cathleen Nesbitt), que tras la muerte de su única hermana. 

Curiosamente la señora Rainbird empieza hablando en la película con una declaración de intenciones: "Tengo setenta y ocho años de edad y me gustaría irme a la tumba con una conciencia tranquila"...¿Son sus declaraciones o son las del director anunciando su punto y final cinematográfico? Desea encontrarlo porque quiere hacerle heredero de su fortuna. 

Tras una sesión, ésta le hace saber que busca al único heredero de su fortuna, el hijo que su hermana que 40 años atrás dio en adopción. Para ello ofrece una gran recompensa de 10.000 de los grandes. Blanche contará con la ayuda de su novio, George Lumley (Bruce Dern), un actor metido a taxista que asumirá forzado por su novia los papeles de abogado, asistente a funerales o detective. Entonces pide ayuda a su novio, y ambos van a vivir una peripecia tras otra, a cuál más peligrosa. 

El problema viene en que el legítimo heredero, que recibió en su momento el nombre de Edward Shoebridge, es en la actualidad Arthur Adamson (William Devane), un importante joyero, que se ¨distrae¨ aumentando su fortuna con secuestros por los que obtiene fuertes rescates, consistentes en piedras preciosas. Es un secuestrador profesional con la ayuda de su pareja Fran (Karen Black) 

Han secuestrado a empresarios, pero no tienen reparos de hacerlo con un obispo a cambio de una recompensa en diamantes, para posteriormente venderlos en Amsterdam. 

Sin embargo, la laberíntica historia de la familia Rainbird pone en contacto a las dos parejas. Cuando Adamson y Fran son conscientes de la búsqueda de Blanche y George piensan que el motivo es otro – el robo o la extorsión y no la herencia. Adamson, acosado por la presencia de George, recurre un viejo amigo, con cara de pocos amigos y propietario de una gasolinera casi en desuso (Ed Lauter) para que ajuste las cuentas con George y deje vivir en paz a Arthur. 

Por increíble que parezca, el joyero cree que puede ser descubierto y delatado por la policía por algo que ignora y que le va a cambiar su vida a mejor; la millonaria herencia de la señora Rainbird. Se establecen dos líneas argumentales con dos parejas iguales por estar al margen de la ley pero distintas en la apariencia. 

Blanche y George son pícaros pero encantadores, sin embargo Arthur y Fran parecen educados, viven moderadamente en la abundancia pero son fríos, impecables y metódicos en sus planes. Son dos, pues, las tramas que se entrecruzan, por un lado están la de los aficionados a detectives, una pareja muy divertida, con diálogos entre ellos hilarantes; y , por el otro, está el binomio criminal que utiliza métodos sofisticados para llevar a cabo sus raptos, tanto el del empresario – no visto , pero narrado, como la del obispo. Esta pareja es presentada de un modo más seco y áspero, unos desconfiados paranoicos. 

Las pesquisas de Blanche se cruzan con las actividades delictivas de un grupo criminal. Entre los dos dúos se establecen paralelismos, los dos son timadores, fingen ser quienes no son, son avariciosos, pero mientras unos no cruzan la línea del crimen la otra hace ya mucho que la sobrepasó.

La cinta es una pequeña broma del orondo realizador, que se podía permitir reírse de sí mismo, parodiando escenas ya hechas por él, ejemplo es la disparatada del descenso sin frenos de la pareja Barbara-George, destruyendo toda seriedad con Bárbara haciendo posturitas inverosímiles en el auto.

La historia deambula entre investigaciones, búsqueda de pistas, fraudes pergeñados para desbancar a una anciana millonaria que ofrece una recompensa por traerle frente a ella a un sobrino que otrora habría renegado por el desprestigio que significaba tener una hermana soltera con un hijo. En forma interesante, el director, combina dos relatos en uno, generando una divertida narración que tiene por ingredientes como que los estafadores persigan a delincuentes. 

La acción tiene lugar en San Francisco y alrededores, en 1975, a lo largo de varias semanas. Se rodó en exteriores de California (San Francisco, Angeles National Forest, Sierra Vista Park, LA o sea Los Ágeles) y en los platós de Universal Studios. 

Fue nominada a un Globo de oro la actriz, B. Harris. La película fue producida por Hitchcock, y se estrenó el 9 de marzo de 1976en los Estados Unidos.

De esta película Fernando Morales señaló en el Diario El País que "Pese a contar con un equipo de primera línea, obra menor de la filmografía de Hitchcock. El resultado se muestra tan entretenido como increíble" 

El film suma los géneros de thriller y comedia. Es la última película de Hitchcock, que la realiza tras 4 años de inactividad, a la edad de 77 años. En ella combina humor, misterio y suspense, en un conjunto estimable. Los personajes se presentan bien definidos. La trama se divide en varias subtramas que se cruzan y confieren a la obra una complejidad bastante atractiva. Se superponen elementos de diversa naturaleza (timadores, criminales, cómplices), que en su interacción crean situaciones variadas. 

La narración es fluida e intensa, con escenas inquietantes (coche sin frenos). La cinta está impregnada de un tono sin fin de inquietud, peligro e incertidumbre. Los personajes hacen uso de falsas apariencias de responsabilidad, engaños, abusos de confianza y similares, en un contexto en el que Hitchcock hurga en la parte oscura del ser humano, según él regida por la codicia, el egoismo, la ambición, el afán desmedido de riqueza, etc. Muestra su afición a las escaleras interiores, los sótanos, las perspectivas vertiginosas, las escenas en las que los actores comen o beben (vino, cerveza, licores). El relato está salpicado de buen humor, al que se añaden algunos guiños de sexo. La historia es sencilla y entretenida. Es simpático el plano de despedida y cierre. 

La música, de John Williams , que poco después tocará la gloria con "Star Wars", en 1977 y , aporta una partitura orquestal de formas rotundas, con bonitos cortes como "Finale", que adquirió gran popularidad. Añade un fragmento de la canción "Rejoice, The Lord Is King", de John Darwell y Charles Wesley. 

La fotografía, de Leonard South ("Frenesí", 1972), en color, presenta escenas en las que predominan los colores cálidos o fríos, que contienen evocaciones de engaño o sinceridad. Subraya la visualidad de los lances cómicos (conversación en la joyería, Blanche en coche sin frenos) y los planos de peligro y suspense. 

Alfred Hitchcock ya nada tenía que demostrar con sus últimos films, así que sus últimas películas no son grandes obras, pero para cualquier incondicional sí son necesarias, y muy recomendables para el público en general. Hitchcock poseía un prestigio tal que le daba cierto margen para rodar un filme con estas connotaciones pícaras, y a la vez fue aceptado por la crítica mundial. 

Durante esta última etapa de su carrera el director se quejaba de la dificultad de encontrar guiones que le interesaran. 


Desde mi punto de vista La Trama está rodada como un pequeño capricho de Hitchcock, con pocas pretensiones más allá de entretener. Aquí Hitchcock no pretende asustar, ni intrigar, ni sorprender con giros inesperados, sino entretener. Y lo consigue. Entretiene, hace reir con pinceladas de su peculiar sentido del humor y, aunque tenemos más o menos claro lo que va a pasar, no sabemos cómo pasará a través de un guión complejo, varias líneas argumentales, interacciones entre los personajes que exceden lo casual, un humor irónico y efectivo, personajes firmemente delineados. 

En La Trama Hitchcock no pierde ni un ápice de su talento para crear escenas de alta tensión, en las que incluso se permite el lujo de añadirle toques de humor negro en momentos en los que sobra cualquier sonrisa. 

La trama, en este caso, en familia, es una agradable película, nada espectacular, pero en algunos momentos bastante divertida, entre la intriga y la comedia Hitchcock lleva a la pantalla, con actores de primera línea, los enredos de dos parejas con fines económicos nada limpios por parte de los dos. Por cierto, llama la atención lo reducido de los títulos de créditos finales. Con el guiño del ojo al final, Hitchcock, el gran director del suspense, se despidió.

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