lunes, 30 de abril de 2012

La Paramount, Miner y el slasher


En la noche que daba paso al 1 de noviembre de 2009 comencé a ver una saga de la que, en un par de años, completé. Se trataba de Halloween – únicamente me queda la segunda parte de la de Rob Zombie y que apareció en España en 2011- un conjunto de películas que responden al subgénero del terror que es el slasher. El nuevo canal televisivo de Paramount tuvo el gusto de emitir ayer a eso de las doce una película de este género: Viernes 13 Parte 2. Conocida igualmente como Friday The 13th Part 2 es una película de terror del subgénero slasher de 1981 dirigida por Steve Miner. 
Dos puntualizaciones, una sobre el género y otra sobre Miner. El género slasher tiene como principal característica es la presencia de un psicópata que asesina brutalmente a adolescentes y jóvenes que se encuentran alejados de la supervisión de algún adulto. La mayoría de las veces las víctimas están envueltas en alguna historia de sexo inicial o consumo de alcohol y / o drogas. El éxito de este tipo de películas entre las audiencias ha generado la producción de numerosas secuelas, siendo en este caso la segunda de una muy larga serie. Los villanos de estas películas, en este caso Jason, realizan sus asesinatos de manera rápida, no buscando torturar a sus víctimas. Las muertes son provocadas por varios tipos de armas, destacando elementos cortantes como cuchillos, machetes, sierras eléctricas, un instrumento de labranza o hachas. Esos asesinatos suelen hacerse desde tomas subjetivas, ya sean del asesino, ya del asesinado. 

Otra de las características es que las víctimas son interpretadas por adolescentes que se encuentran en lugares aislados sin posibilidad de recibir cualquier tipo de ayuda. Otro elemento recurrente en el género es la presencia de la denominada «final girl» («última chica» en inglés), una joven, en este caso la rubia Ginny, una estudiante de psicología infantil que es perseguida por el asesino durante los últimos minutos de la película. Por lo general, la duración de estas películas no es muy larga. En este caso la duración es bastante corta, concretamente 87 minutos. La distribución estuvo a cargo de la Paramount Pictures. 
En este caso estamos hablando de un director que se maneja bien en este género pues Steve Miner, guionista del primer Viernes 13, tuvo una fructífera carrera en los 80 dentro del terror, con títulos como este de "Friday 13th Part 2", su secuela "Friday 13th Part III", Warlock, o la secuela de "Halloween", "H20" donde tuvo la atrevida decisión de pasar por alto algunas de las partes anteriores de la saga. Últimamente a "remakeando" a Romero en "Day Of The Dead". Se podrán discutir o no la calidad y el resultado final de sus films, pero de lo que no cabe duda es que Miner es un director con una puesta en escena de lo más clásica marcando un estilo propio y con bastante preocupación por lograr cierta elegancia en los planos. 
Este recorrido por el slasher de Miner es lógico, ya que comenzó como asistente de dirección de sus colegas Wes Craven y Sean S. Cunningham, encargándole éste la dirección de "Friday 13th". El guión fue de Ron Kurz , siendo la música de Harry Manfredini. La fotografía es de Peter Stein. Los actores y actrices principales de esta segunda entrega fueron Amy Steel, John Furey, Adrienne King, Kirsten Baker, Betsy Palmer, Stuart Charno, Warrington Gillette, Walt Gorney, Marta Kober, Tom McBride, Bill Randolph, Lauren-Marie Taylor y Russell Todd. 

La historia parte de la cercanía a la primera película. Han pasado dos meses de lo sucedido en viernes 13 parte 1 y durante una noche, Alice Hardy -la superviviente de la masacre ocurrida en Crystal Lake- se encuentra viviendo sola, después de escuchar varios ruidos en la casa entra en pánico y posteriormente es asesinada por Jason Voorhees. 
Cinco años después de la muerte de Alice Hardy, un grupo de jóvenes bastante descerebrados llegan a Crystal Lake a un centro de formación, un lugar que se encuentra cerca del Campamento Crystal Lake. Desde la llegada nos van presentando a “grosso modo” la personalidad de los asistentes al campamento. Sus virtudes físicas, “intelectuales” y morales. 

Esa misma noche los jóvenes se reúnen alrededor de una fogata donde Paul Holt, el líder del grupo, les cuenta la seriedad del trabajo, y lo peligrosa que puede ser la zona. Les explica como fue la masacre ocurrida años atrás en el Campamento Crystal Lake, el cual ahora es llamado "Camp Blood" ("Campamento Sangriento") y sobre todo la leyenda de Jasón Voorhees y de su madre demente, que asesinaron a siete jóvenes. Jason Voorhees, que se cree que no murió ahogado y se encuentra vagando por el bosque. Esa noche el Loco Ralph, que ya aparece al inicio de la película, se encuentra vagando cerca de las cabañas y observando a las chicas y a las parejas, es asesinado por Jason con una cuerda. 

Al día siguiente el monitor Paul y su asistente, Ginny se preparan junto a los jóvenes que se forman a recorrer el bosque. Después una pareja de consejeros, Sandra y Jeff, se escabullen al Campamento Crystal Lake donde encuentran un perro muerto el cual creen es el de Terry, una de las chicas que se están formando. Un oficial de la policía atrapa a Sandra y Jeff y posteriormente los lleva con Paul. Cuando el oficial regresa en su patrulla por un camino, ve corriendo por el bosque a un hombre, el oficial decide seguirlo y llega hasta una vieja cabaña en medio del bosque. Allí se sorprende al entrar en una sala de la desvencijada casa y estando en el lugar es asesinado por Jason. 
Después de participar en varios ejercicios de entrenamiento, la mayoría de los alumnos salen del campamento para divertirse en el pueblo, con ellos se marchan Paul, Ginny y Ted. 
En el campamento se quedan seis de los jóvenes: Sandra, Jeff, Terry, Scott, Vicky y Mark. Mientras avanza la noche y aumenta la calentura sexual de chicos y chicas, éstos son asesinados uno por uno por Jason, que usa un saco de harina para cubrir su cara. Casi todos son asesinados en la cama o mientras estaban liados. 

Tiempo después Ginny y Paul regresan al campamento donde encuentran los cadáveres de los chicos y son atacados por Jason. 

La lucha entre Jason y Paul se decanta por el primero. Ginny es perseguida por toda la casa, escapando por los pelos una y otra vez.

Tras huir de la casa corre por el bosque hasta llegar a la vieja cabaña donde encuentra otros cadáveres y la cabeza de la Sra. Voorhees en el centro de una mesa en forma de altar. 

Viendo su inminente asesinato y conociendo la historia, Ginny se pone el jersey de la Sra. Voorhees y simula ser la madre. De hecho Jasón ve y escucha a su madre. Tras conseguir confundir a Jason, de pronto Paul aparece y comienza a pelear con Jason. Aprovechando la lucha Ginny golpea a Jason con un machete. 
Ginny y Paul regresan a las cabañas donde encuentran a Muffin, el perro de Terry, de pronto Jason salta por la ventana y ataca a Ginny. 
Al amanecer, Ginny despierta mientras es colocada en una ambulancia y comienza a preguntar por Paul, del cual se desconoce que fue de él. 

En esta película Jason Voorhees todavía no lleva su tradicional mascara de hockey que aparece en la tercera entrega. Esta película es la primera de la saga en la que Jason Voorhees es el asesino, ya que en la primera entrega lo era su madre. 
La segunda parte de “Viernes 13” es la única de todas las secuelas que aporta novedades importantes y significativas. También aporta incongruencias argumentales importantes especialmente al tratarse de Jason Voohies el asesino, ya que eso significa que tal y como su madre creía no estaba muerto. 
"Friday 13th Part 2" es un correcto y sobrio slasher. Volviendo a situar la acción en un campamento de verano, Miner (quien años después se auto-homenajearía volviendo a un campamento en "H20"), utiliza todos los tópicos del género, acentuando las situaciones vividas en la primera parte pero elevándolas al cuadrado, pero como resultado final tenemos un producto muy bien filmado, con mucho cariño hacia el género y con ciertos guiños al humor más grotesco y a algunos clásicos del género. 
El prólogo merece un párrafo a parte, porque en él están las bases de como planificar una gran escena de terror. Kevin Williamson lo sabía y por eso lo calcó en Scream. Además el prólogo es la presentación oficial del mítico Jason Voorhees (aún sin su famosa máscara de hockey) y nos ofrece también una protagonista ya clásica del género: Amy Steel en el papel de Ginny es, sin duda, una de las protagonistas más queridas de la saga, junto a Kimberly Beck, protagonista del "Capítulo final". 
Según he leído las cuatro primeras películas de "Viernes 13" conforman un todo unitario perfecto. Todas (incluída esta segunda entrega) responden al suspense con un asesino "invisible", siempre más intuido que visible, ya que sólo se muestra en el tramo final de la película. 
Parece ser que ya en agosto de 1980 los realizadores planeaban preparar una secuela (con intenciones claramente dirigidas hacia la taquilla), pero el desenlace de la primera entrega no permitía recuperar el personaje principal: en contra de todo pronóstico, el espectador descubre como una envejecida Betsy Palmer resulta ser autora de tal baño de sangre, siendo fiel a la venganza profesada en la que juró vengar el ahogamiento de su hijo Jason en el lago del campamento Crystal Lake años atrás. 
En este segundo Viernes 13, que al parecer se iba a llamar inicialmente Jason, las muertes son más truculentas y sanguinarias, la fotografía mejora considerablemente respecto a la del filme original, la imagen es más nítida, los actores actúan ligeramente mejor (aun teniendo pésimas composiciones) y la dirección de Miner está más inspirada que la de Cunnigham, acabando por resultar la mejor secuela de las diez que la seguirían (sin contar con el acertado remake de Marcus Nispel). 
Amy Steel es, más o menos,  la protagonista, aunque no tiene más minutos en pantalla que muchos de sus compañeros de reparto. En la primera es Adrienne King la que interpretó el papel principal asumiendo ella su propia muerte al inicio de esta segunda. John Furey en el papel de Paul era uno de los actores secundarios o terciarios de los ochenta, y obtuvo su papel sobre Warrington Gillette, el actor que interpreta al Jason descubierto. Adrienne King y Betsy Palmer salen diez minutos entre las dos, con lo que valorarlas sería un tanto absurdo, aunque sí que puede decirse que sigue acojonándose de puertas para adentro, porque desde fuera no vemos nada de eso. 
Lo mejor de la cinta son, sin duda, los nueve asesinatos, que están bien rodados (dentro de los medios que tenían) y son de lo más variado. También la película contiene cerveza, sexo cercano a lo erótico- y chupitos, que siempre ayudan. Una pregunta ¿qué pasa con Ted? Este se queda de borrachera en un bar buscando y preguntando a los lugareños por uno que no cerrara en toda la noche y nunca más se vuelve a saber de él.

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